El dióxido de titanio (TiO2) es el principal pigmento blanco utilizado ampliamente en muchos productos alimenticios envasados, incluyendo dulces, sopas, rellenos, salsas, alimentos para mascotas, y bebidas en polvo, por nombrar unos pocos. Ha sido el ingrediente utilizado por muchos años debido a la excelente estabilidad en calor, luz, pH, el aceite y la humedad, pero ha estado en el centro de muchos titulares últimamente.
Mientras que los organismos reguladores como la EFSA han concluido la seguridad de dióxido de titanio de grado alimenticio, siguen existiendo críticas por parte de grupos activistas como el Instituto Nacional de Investigación Agronómica (INRA) y lo que se siembra en los Estados Unidos. Un estudio reciente en Europa ha llevado a una nueva revisión por parte de las autoridades reguladoras francesas.
A diferencia del dióxido de titanio ultra fino que se utiliza en algunas aplicaciones industriales, el de grado alimenticio TiO2 no contiene nanomaterial. Sin embargo, sigue existiendo cierta confusión pública entre la versión alimenticia y las versiones de grado no alimenticias. Debido a la confusión y la publicidad negativa, no es sorprendente que algunas marcas tienen iniciativas para buscar otras opciones.
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